Estamos viviendo una crisis sin precedentes que afecta a todos los ámbitos de nuestra vida. El primero de ellos el de la salud, sin duda el que más nos preocupa, luego tenemos otros frentes abiertos. La crisis sanitaria ha paralizado la actividad económica de todos los sectores. De nuevo la cultura es una de las más perjudicadas, con menos opciones de respuesta, si cabe.
El observatorio de Cultura y Comunicación de la Fundación Alternativas ha hecho un seguimiento del sector cultural desde 2011 mediante el informe sobre el estado de la cultura en España. Por medio de este documento se ha confirmado la lenta recuperación que ha experimentado en los últimos años. Los datos de empleo cultural y de creación de empresas culturales nos empezaban a dar tranquilidad. Si bien, las condiciones de precariedad de muchos de los trabajadores del sector eran una cuestión preocupante.
Es lamentable que nuestra cultura avance tan lentamente, por lo que rotundamente no se puede esperar más a ser recuperada y rescatada de la mediocridad que llevamos viviendo desde hace años de atraso y dejadez.
Creo que el sector cultural está en la Uci desde que se instaló la pandemia del coronavirus, ya que hemos asistido al cierre total de los Museos, no sólo el Prado, también el Reina Sofía. Y todos los museos nacionales, Biblioteca Nacional, Filmoteca. También todos los teatros públicos y el Teatro Real. ¿Y los cines?, el golpe ha sido duro y letal. Las funciones pueden aplazarse, pero el daño económico es prácticamente irreversible.
Hay muchas limitaciones que sacuden al mundo de la cultura. A estas medidas se suman otras vinculadas a la educación y universidades, actividades culturales etc, etc.
Esta es mi reflexión de hoy, que quiero compartir con todos vosotros.
Angelines Jiménez