NOSOTROS

No, no les voy a hablar aquí del bolero que cantaban Los Panchos.Un día escuché al Sr. José Manuel Gómez preguntar a su audiencia infantil que quienes éramos /NOSOTROS/.
Cualquiera creería que nos iba a dar una introducción detallada sobre el perfil que define su grupo, o tal vez las características que constituyen la identidad nacional. Pero no, con esta PRIMERA PERSONA DEL PLURAL él se refería a todos humanos que hacemos vida en este planeta. Abarcando sin distinción a la clase que tiene una cómoda
tarjeta de crédito, como a quienes las alergias no les dejan disfrutar de la primavera.
Se refería lo mismo a quienes calzamos del 36 como aquellos que calzan del 47 , a los que llevan zapatos Christian Dior o aquellos que compran las sandalias baratitas en los chinos por los precios de Bravo Murillo y, ( el colmo) incluía en este/ NOSOTROS/ a ese grupo de élite conformado por aquellos que no tienen más remedio que caminar poniendo el pié pelado en el suelo.
Pues bien, la pandemia le ha dado la razón al señor Director: todos/ NOSOTROS /somos susceptibles de padecer el fulano Coronavirus.
Miles de cosas han sido estremecidas por esta situación y no creo que hayamos tenido la oportunidad de realmente anticiparlo. Tendremos que responder muy rápido. En este sentido, me quiero referir aquí a algunas cosas que creo que nos ha hecho reflexionar el confinamiento.
La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida, como dice la canción. Nos hemos enterado de que somos una especie vulnerable y frágil y este virus nos ha dado en la torre en el orgullo. También hemos sabido de mucha gente a quienes la soledad les deprime y otros que luchan contra la incertidumbre económica futura (que sabemos que vendrá).
Esta situación inusual es planetaria. En mayor o menor medida en todas partes del mundo se ha experimentado este confinamiento. Nos ha cambiado profundamente la vida cotidiana Sobre todo en el aspecto social. Eso de no salir a ver a la familia ni compartir con los amigos es para muchas personas (yo,entre ellas) poco menos que inaguantable.

Ayer me preguntaba mi hija que cuáles eran los servicios de primera necesidad que se deberían de aprobar en la desescalada y yo en broma le respondí que ir al bar a tomar una caña y un pedazo de tortilla de patata.
Pero fuera de bromas, extraño mucho no poder ver a mis nietos y a mis amigos. Hay un cambio social. Al principio no nos podremos abrazar como lo hacíamos antes. No podremos sentir la piel y el calor de quienes abrazamos. Pronunciaremos un hola lejano y nuestra voz tendrá que subir de tono debido a la distancia. No obstante, como soy optimista, quiero hablarles de las cosas positivas que se han venido sucediendo. Nos hemos acercado emocionalmente unos a otros (distancia física no es distancia emocional) y entre la mayoría de los ciudadanos de a pié se ha despertado una hermosa empatía y solidaridad hacia los más desfavorecidos y hacia aquello que han sido infectados.

Hemos tenido más tiempo para estar con nosotros mismos. Hemos podido dedicarnos más a nuestras hobbies , ya sea, leer, cocinar, cultivar las plantas, etc.
En fin, hemos adoptado un ritmo de vida más lento que nos ha dado la oportunidad de jerarquizar nuestra escala de valores. Esta pandemia es una oportunidad única en la vida de intentar algo distinto. Hay que pensar muy bien lo que realmente vamos a traer a la nueva normalidad después de esto.
Creo que uno de los más interesantes cambios que podrían producirse es lo que está pasando con la fuerza laboral y la manera como la gente ha tenido que aprender rápidamente a trabajar desde casa cuando el equipo de trabajo no está alrededor de ellos. Es realmente un desafío. Para muchas empresas esto les resulta difícil de implementar, sobre todo las compañías tradicionales que creen en la supervisión y no el los resultado y productividad. Que no confían en sus empleados. Por otra parte, el teletrabajo podría abrir las puertas laborales a una enorme cantidad de personas que, por ejemplo, están levantando una familia, personas con alguna discapacidad de movimiento o personas que viven en áreas remotas o rurales que podrían ser contratadas sin necesidad de trasladarse a los grandes centros urbanos en busca de oportunidades de un buen empleo.
Necesitamos un poco más de flexibilidad en la manera de hacer las cosas. Cómo va a ser la vida después de esta pandemia Podemos ver este gran boom de la tecnología y las herramientas para apoyarnos y salir triunfantes de este desafío. Hay miles de cosas que han sido estremecidas por esta situación y no hemos tenido la oportunidad de anticiparlo.
Somos NOSOTROS los que tendremos la responsabilidad de construir este después que ya está en el umbral de nuestra puerta.

Victoria

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