Hacia tiempo que mi mente metía demasiado ruido. Me costaba concentrarme hasta las tareas más sencillas. Necesitaba un tiempo de reflexión, de estar en mí, de salir de mis pensamientos. Necesitaba silencio, paz, calma. Y cuando nos hicieron parar, yo dije, ¿y qué hago yo ahora? Por supuesto empecé a valorar muchas cosas, y ante todo, empecé a oír ese silencio, ese lenguaje por el que nos comunicamos. El silencio invita a la reflexión. Yo en estos días he aprendido a practicar mi silencio. Y oigo el silencio en la calle, las voces se han apagado. Estamos en alarma y en silencio
Tenemos mucho que contar, esto pasará, aunque nos dejará una huella difícil de olvidar, pero no podemos sucumbir al desánimo, yo todas las tardes , cuando salgo a aplaudir, me reconforta ese calor, el calor del corazón herido. En mi barrio cantamos el Resistiré con un sentimiento y una emoción que me deja exhausta.
Me gusta mucho tu reflexión sobre la amistad. Te voy a mandar un poema que me encanta de José Matí
Cultivo una rosa blanca en junio como en enero
Para el amigo sincero que me da su mano blanca
Y para aquel que me arranca el corazón con que vivo
Cardo ni ortiga cultivo, cultivo una rosa blanca.
Espero que os guste. Montones de besos