Homenaje a nuestra compañera Maruja

Hoy mi testimonio, es un homenaje a nuestra compañera Maruja. Siempre tuve con ella un filen que nos unía con un gran cariño. Nuestra amistad era auténtica de esas en la que entraba en mi grupo de amigos. Y es curioso, porque nunca compartimos, ni salidas, ni llamadas telefónicas ni nada que pudiera pensar que tuviéramos algo mas, que no fuera lo habitual del roce de la Escuela. Mi recuerdo es nostálgico .En las clases de pintura fuimos muy felices, hablábamos de muchas cosas, me decía siempre  lo buenas que eran sus hijas y sus yernos, yo la decía que si tanto la querían era porque ella también correspondía con creces en el amor de madre. Hemos avanzado juntas, tanto en pintura, como en el coro. .También era muy habilidosa con los trabajos manuales.. En una ocasión, me hizo unas zapatillas de tiras de tela, chulísimas,que ahora las tendré que cuidar mucho, porque es un recuerdo más de mi amiga Maruja. Querida, este testimonio es lo último que puedo hacer por ti, y por mi. Me hubiera gustado despedirme de otra manera…. pero no importa, tu sabes, que siempre me acordaré de nuestra amistad (con MAYÚSCULAS) con eso me doy por satisfecha. Descansa en paz

Angelines Jiménez

2 comentarios:

  1. Me encanta esa idea de amistad que dices. Es cierto que hay relaciones en las que no necesitas protocolos determinados, llamadas, besos y demás pero en las que te sientes querido, respetado y sobre todo con ellas te sientes como en casa.

No se admiten más comentarios