«Déjate llevar por el niño que fuiste». Frase de José Saramago
Tres cosas positivas de este confinamiento, la relectura de El Principito, la foto de mi nieto creciendo feliz, y dos maravillosas flores que ha cultivado una amiga durante este encierro.
La primera nos lleva a recordar que debemos mirar desde el corazón, la segunda me llena de orgullo como abuela y la tercera me invita al goce extraordinario de los sentidos.
La vida desde esa mirada prístina de la infancia y la naturaleza que nos acercan a colores, formas, sonidos, y gustos. A esa memoria táctil de acariciar a un animal y al disfrute de esa vista del atardecer de esta época de primavera cuando salimos a aplaudir y se nos regala una estupenda puesta de sol.
Si, es cierto, estamos pasando por momentos difíciles, sufriendo incertidumbre, pero nos hemos vuelto más empáticos.
¡Vale la pena vivir!
Maravillosa reflexión!!!!